Uno de los secretos de la longevidad y de una vida plena y de calidad es un sistema musculoesquelético sano. Su eslabón más débil son las articulaciones y los ligamentos, pero gracias a ellos las personas tienen flexibilidad y movilidad. Unos huesos fuertes, un movimiento indoloro de las articulaciones y una marcha fácil nos permiten sentirnos activos y seguros de nosotros mismos.